El Doble Crimen en Cumbres: La Noche Fatídica
Hace 16 años, en la tranquila colonia Cumbres de Monterrey, ocurrió un suceso que estremeció a toda la nación. Diego Santoy Riveroll, un joven de 21 años, ingresó a la casa de la familia Peña Coss con un objetivo oscuro: arreglar su relación con su exnovia, Erika Peña Coss.
En la madrugada del 2 de marzo de 2006, Diego trepó bardas y ventanas para entrar en la residencia. Allí se encontraban Erika, sus hermanos Azura, los pequeños Erik y María Fernanda, y la empleada doméstica, Catalina. La discusión entre Diego y Erika atrajo a los hermanos menores, quienes bajaron de sus cuartos.
En un arrebato de ira, Diego tomó un arma blanca y asesinó al niño de 7 años, Erik. Luego, la empleada Catalina fue testigo del horror y sufrió su propia violencia. Diego la golpeó, la amordazó y la encerró en el baño. Sin piedad, llevó a María Fernanda, de 3 años, hasta la ventana y la ahorcó con la cuerda del cortinero.
Después de cometer el doble crimen, Diego escapó en el auto de un amigo, secuestrando a Catalina en la cajuela. Finalmente, fue detenido en Oaxaca cuatro días después. El caso del “Asesino de Cumbres” conmocionó a todos, y Diego Santoy Riveroll fue sentenciado a 71 años, 7 meses y 27 días de prisión1